Los herederos de Uwe Boll
Hollywood, ese maravilloso mundo de sueños y fantasía capaz de hacer realidad la imaginación de cualquier guionista. Un lugar realmente fascinante… si tienes dinero. En caso de que tu cuenta corriente no esté a la altura de la de Emilio Botín siempre puedes trabajar al estilo mercenario y echarle morro al asunto. Quién sabe, igual hasta consigues hacerte un hueco en el corazoncito de los espectadores y lograr ser tan amado como nuestro “adorado” Uwe Boll. Ahhh, qué sería del cine de autor si no fuera por él…