Distribuidora: Parece que el juego ya está listo, ¡Ponedlo en venta! Betatester: Em…esto… oiga, pero aquí hay un bug… Distribuidora: No importa, seguramente los jugadores no se den cuenta… Betatester: Pero…¡Si el caballo es deforme y anda de lado! Distribuidora: La culpa es de un mago. Nueva filosofía de los videojuegos
Y es que desarrollar para las consolas de nueva generación se ha vuelto tan sumamente caro que, como dicen en Ludoqia: parece que “el jugador ya no es el cliente final”. O también puede ser que simplemente sea su afán de ganar dinero el que provoque que juegos que todavía no estén “maduros” salgan a la venta antes de tiempo (¿Alguien dijo Lair?).
Claro ejemplo de ésto es el nuevo y aclamado Assassin’s Creed de Ubisoft, que tiene unos bugs impresionantes, que supuestamente tienen lugar cuando muere el jugador o cuando súbitamente “se cae del mundo”.
Bug Nº 1: El caballo deforme que anda de lado
No sabía muy bien cómo definir este bug, ya que consiste en que el caballo de Altair se deforma de tal manera que algunas de sus patas quedan mirando para Bilbao y las otras a Cuenca. Tiene dos variantes: patas de alante y patas de atrás. Porque hoy en día lo que está de moda es tunear animales dislocándoles las extremidades.
Bug Nº 2: Yo y mi clon
Este bug, de lo que se trata es de que aparecen dos Altair al mismo tiempo y puedes controlar a los dos simultáneamente. Desgraciadamente, que sean dos no significa que tengas el doble de vida, ya que basta con que uno de los dos muera para perder la partida. Además, se pueden matar entre ellos, algo que resulta un tanto… paradójico.