Imaginaos que nuestro trabajo consiste en pintar las rayas de la carretera y un día nos encontramos con que hay un árbol en mitad del camino que estáis pintando. El árbol no parece demasiado pesado, y posiblemente de una patada se pueda mover sin problemas, pero, seamos sinceros, somos unos vagos redomados y nos da una pereza enorme bajarnos de nuestro ‘vehículo pintador de rayas de carretera’, ¿Qué hacemos?.
Pues sí, evitamos el obstáculo 😀