Como la mayoría de vosotros sabréis, hoy es 14 d Febrero, el día de San Valentin o de los enamorados, una festividad que consiste en que los novios o enamorados se demuestren su amor mutuamente (entiéndase a través de regalos). Hay mucha gente que piensa que esta festividad es sólo una manera de fomentar el consumismo, dando una excusa para gastar el dinero, comprando regalos, llegando incluso a afirmar que es una festividad creada por El Corte Inglés, ya que fue eliminada del calendario católico en 1969 debido a tener unos orígenes difusos.
San Valentín, en contra de lo que muchos piensan, no es una festividad creada por El Corte Inglés, sino que sus orígenes se remontan al año 498. El Papa Gelasio I fue el precursor de esta fiesta, creada para combatir con las fiestas paganas que por aquel entonces se celebraban por esas fechas (Lupercales). Se desconoce a ciencia cierta cuál es el santo original por el que se celebra, aunque existen 3 posibles candidatos: un médico que casaba a los soldados pese a la prohibición del emperador y que fue decapitado en el 270, un obispo de la ciudad italina de Iteramna y un mártir de la provincia romana de África.
Además, también existen unos orígenes más ‘legendarios’, que dicen que la festividad se celebra debido a que San Valentin fue ejecutado un 14 de Febrero por no querer renunciar al cristianismo, o que simplemente se celebra porque es a partir de estas fechas cuando lo pájaros empiezan a emparejarse. Además, que generalmente se relacione el día de los enamorados con Cupido (Dios pagano del amor y del sexo) demuestra claramente que la costumbre está totalmente fuera de sí, ya que, con ello, se une lo pagano y lo cristiano, precisamente lo que se quería evitar en sus orígenes.
Pero, si la iglesia dicidió eliminar esta fiesta de su calendario en 1969… ¿Por qué se sigue celebrando? Pues porque, como muchos piensan, es la gallina de los huevos de oro, aunque no fueron los de El Corte Inglés los primeros en aprovecharse de él, ya que en los Estados Unidos, a finales del sigo XIX ya se comercializaban tarjetas de San Valentin de forma masiva, y, a partir de la segunda mitad del siglo XX, esta costumbre fue extendiéndose al resto del mundo y ampliándose a todo tipo de regalos, sobretodo bombones, joyas y flores.
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