Mucho hemos oído hablar acerca de las profecías de Nostradamus, famosas por la supuesta proximidad con los acontecimientos reales según la interpretación de sus seguidores.
Entre las predicciones de este visionario podemos leer algunas bastante curiosas como una en la que predice en el año 2005/2006 la enfermedad y muerte de un dirigente de un país, que colmaría de alegría a sus enemigos, los cuales se pelearían con su sucesor. Al final liberarán a su pueblo. ¿Cuba?
También vaticina ataques en Bruselas para el 2008 (habrá que esperar a ver si se cumple, esperemos que no lleguen a término), la muerte y juicio por la misma de la princesa Diana de Gales (dice que ganará la teoría de que fue asesinada), la muerte del anterior Papa y la renovación del papado (con renovación de la Iglesia incluída) e incluso que tras el fin del mandato de Alberto Ruiz Gallardón habrá un ataque en Jerusalem.
Y navegando me encuentro con dos de sus profecías, y me detengo a leerlas porque hacen referencia a España, en concreto dicen lo siguiente:
Hermanos y hermanas en diversos lugares atraídos, se encontrarán pasando cerca del monarca: contemplarán sus rasgos atentos, deplorando ver las marcas en mentón, frente, nariz
El demasiado buen tiempo de demasiada bondad real, hace y deshace con súbita negligencia: ligero creerá el fallo de la democracia leal, el puesto en muerte por su benevolencia.
La interpretación que se hace de ellas es que España pagará por olvidarse de su Dios y su rey será asesinado en un atentado. Según leo en una página que explica esta profecía, tras el asesinato del monarca se producirá un golpe de Estado y volverá la dictadura, durante la cual habrá muchos desastres naturales.
Y digo yo…¿no estaba mejor callado este señor?