Posiblemente la secuela de Gears of War haya sido una de las más esperadas de los últimos dos años tras el tremendo éxito que la primera parte gozó en todo el mundo. Hace unos días, por fin salió a la venta esta segunda parte, teniendo encima unas expectativas muy altas, tan altas como las que tendría cualquier secuela de un superventas.
Era fácil caer en los mismos errores de la primera parte, pero en Epic tuvieron la grandiosa idea de preguntar a los fans qué aspectos mejorarían del juego. Con ello, la calidad del juego aumenta exponencialmente en todos los aspectos, y os aseguro que habría sido muy fácil decepcionarme porque mis expectativas eran muy altas.
Posiblemente uno de los aspectos más flojos de la primera parte, ya que daba la impresión de que lo único que se hacía era ir de un lado a otro sin saber los motivos. Sin embargo, en Gears of War 2 se nos explica que 6 meses después de lo ocurrido en el primer juego, la guerra está en un punto crítico, ya que los humanos tienen las fuerzas tan mermadas que no dan abasto. Por ello deciden realizar un último ataque a la principal ciudad de los locust: Nexus. Además, Dom está buscando a su mujer, que lleva un tiempo desaparecida y da lugar a una de las partes más dramáticas del juego (me quito el sombrero por su realización, simplemente genial). Tiene bastantes entresijos que quedan en el aire y bastantes cosas para una más que segura tercera parte (Al final de los créditos hay sorpresa).
Si hay algo en lo que destaca Gears of War es en el apartado jugable, ya que con pocos botones te permite hacer infinidad de cosas y la curva de aprendizaje es mínima, si bien es cierto que los que han jugado a la primera parte parten con ventaja. Hay muchas armas nuevas y a alguna vieja la han convertido en algo útil (sí, me refiero a la ametralladora locust). Gears of War 2 es mucho más largo que su predecesor, llegando perfectamente a las 12 horas de duración que para nada se hacen largas, y ésto en un juego de acción cobra gran importancia ya que es muy fácil caer en lo monótono. También aumentan las proporciones de las batallas, ya que los Boomers de la primera parte se quedan en nada al lado de los Reavers, Brumaks y, sobretodo, jinetes a lomos de bichos deformes (para mí, son los más jodidos de matar con diferencia).
Como digo, en un juego de acción como éste es muy fácil caer en lo monótono y aunque la mecánica no deja de ser la de esconderse y disparar, hay algunos niveles en los que nos pondremos a los mandos de vehículos, algunos sobre raíles y otros no que dan bastante variedad al juego, y que todo sea dicho, no tienen nada que ver con la parte de los Krill de la primera parte (tendremos armas de verdad).
En el apartado sonoro, el juego no tendría ninguna pega salvo por el volumen de las voces en determinadas conversaciones, que es exageradamente bajo.
En cuanto al modo online, el nuevo modo Horda es una auténtica gozada (si tienes compañeros que no sean unos inútiles). Consiste básicamente en aguantar el mayor número de oleadas de Locust, al estilo de los “Tower Defense” de Warcraft 3 y Starcraft.
En definitiva, y para terminar, decir que a todos los que les haya gustado el primer Gears of War, con Gears of War 2 van a disfrutar el triple, ya que contiene suficientes mejoras y novedades como para considerarlo una más que digna segunda parte.