Me levanto de la cama, me voy a la cocina con el portátil para leer las noticias de la mañana como siempre y la primera que leo es que las tiendas francesas podrían dar un duro golpe a la distribución de la PSP GO de Sony en Europa. ¿La razón? Que la consola no generaría los mismos beneficios para los comercios que sus competidoras al no disponer de juegos físicos, algo que los perjudicaría en primera instancia.
Sony intentó asimilar el mercado que actualmente posee Apple con su AppStore, pero obvió que los mercados de la telefonía móvil y de las consolas no son iguales, a pesar de que en algún momento podrían convergir en uno sólo (y seguro convergirán). Para mi, lo que hizo Sony es dar un paso lógico en la distribución de videojuegos eliminando a los intermediarios y, ya de paso, el mercado de segunda mano del que tanto se quejan las compañías últimamente, sin embargo, ha cometido el error de no haber tenido en cuenta a los comerciantes.
Lo que me preocupa en cierta medida es que poco a poco se está demostrando que las grandes compañías se están mostrando totalmente capaces para asumir todos los pasos de distribución de software, algo que perjudicará cada vez más a los pequeños comercios e incluso a los grandes. ¿Cómo podrán superar estos negocios estos avances tecnológicos, sobretodo en estos tiempos de economía oscura en los que nos encontramos?
(Vía Engadget)