La Torre Eiffel, además de un monumento de fama mundial y de un verdadero reclamo turístico que puso a París (más si cabe) en la agenda de cualquier viajero es uno de los monumentos que más provecho saca y que mejor aprovecha su iluminación. No solo para ser vista por la noche, si no como reclamo nocturno y muchas veces como soporte publicitario.
Lo cierto es que el enorme monumento no empezó a ser del agrado de los franceses hasta que en la década de los 70 el turismo empezó a llegar y su rentabilidad pasó a ser positiva. Innagurada en 1889, no tuvo una buena acogida y si no hubiera sido por la perseverancia de Gustave Eiffel, seguramente hubiera sido desmontada. Sin embargo, hoy en día es uno de los monumentos más reconocidos y, con diferencia, uno de los que más gana cuando está bien iluminado. La primera iluminación que tuvo la Torre Eiffel fue el reclamo para la Exposición Universal de París. Durante la primera Expo se la iluminó con fuegos artificiales y luces de gas. Más tarde, en la Exposición Universal de 1900 tuvo este aspecto:
Una luz que personalmente me gusta mucho. Tan solo iluminando los bordes y arista de la torre y con muy pocos detalles, además, los dos característicos fotos que iluminan París durante todas las noches ya están allí. Y en pleno 2010 ahí siguen, por cierto.
Una de las iluminaciones más extrañas y a la vez características data de 1925, cuando Citroën decidió hacer una gran campaña publicitaria en la torre, instalando más de 250.000 bombillas. En la publicidad del Citroën C3 aparece esta imagen que es una de las pocas veces que la torre se usó en su totalidad como soporte publicitario. Hay que recordar que en 1925 la torre no gozaba de demasiada popularidad entre los franceses, por lo que la jugada de André Citroën fue relativamente arriesgada.
La torre continuó con iluminación interior durante muchos años. Todas las noches unos enormes focos la mantenían iluminada por dentro y destellando por toda París colores rojizos y anaranjados (como el color del que está pintada). Para dar la bienvenida al año 2000 el gobierno francés decidió ponerle 20.000 bombillas que iluminaran la llegada del milenio (no vamos a discutir si llegó en el 2000 o en el 2001, por favor). Y el resultado fue realmente espectacular gracias a ellas y a la increíble coreografía de fuegos artificiales que hubo aquella noche:
Para la llegada del año 2000 la torre también tuvo un enorme contador que anunciaba exactamente los días que quedaban para llegar, lo que también originó una estampa diferente ya que de día la torre no muestra iluminación pero si que tenía el enorme panel de luces.
Para el 2000 sus luces fueron cambiadas, algo que precisa de 20 alpinistas colgados por el exterior y tres meses para cambiar las más de 20.000 luces necesarias, unas bombillas que aumentan el peso de la torre en unas ocho toneladas y que puestas en fila necesitarían 18 kilometros, con sus 30 kilometros de cable, por supuesto. Y en 2003 se le añadieron unos 2000 flashes lo que daría un nuevo efecto disponible a los encargados de diseñar la iluminación del monumento. En la imagen esos flashes son los puntos blancos. Yo eso lo he visto en directo. 😛
Durante el 2008 la torre estuvo iluminada de forma distinta para conmemorar la presidencia de la Unión Europea por parte de Francia, y en 2009 se la iluminó según los colores de Turquia para la conmemoración de una exposición sobre el país (que tuvo una gran polémica).
¿Te gustaría saber como está iluminada ahora mismo la Torre Eiffel? Pues es bien simple, hay miles de webcams enfocadas hacia ella. Una de las que mejor parece funcionar la he encontrado en Paris Live, un sitio que dispone de varias webcams “vigilando” la ciudad de la luz y el amor durante todo el día.