Hace un par de meses, después de una espera demasiado larga, se puso a la venta el aclamado Starcraft II, del que ya hablé unas cuantas veces en este blog desde que fue anunciado a principios de 2007.
Starcraft 2 forma parte de una trilogía de juegos con los que Blizzard pretende engordar sus ya abultadas arcas como consecuencia de World of Warcraft, haciendo un juego por cada raza seleccionable en el juego: Terran, Zerg y Protoss. El primer capítulo de esta trilogía se llama Wings of Liberty y está centrado en los Terran. Que esté centrada en los Terran no significa que no se puedan controlar las otras dos razas, sino que el argumento gira en torno a ellos, desde su punto de vista de una historia mucho más global. De hehco, hay algunas pantallas en las que también controlaremos a los Protoss.
La campaña está formada por 29 pantallas y 4 niveles de dificultad, que van desde fácil hasta brutal. Si has jugado a algún juego de estrategia, te recomiendo comenzar en difícil porque los más bajos son muy sencillos y sólo sirven para obtener unos determinados logros en cada pantalla. La dificultad brutal supone un reto considerable y muchas veces puede llegar a resultar desesperante porque el salto de dificultad se nota bastante, pero es de agradecer que se haya incluído para que los jugadores más veteranos no tengan la impresión de que es un juego casual o una mera ampliación del primer juego.
La inclusión de logros y recompensas desbloqueables me ha parecido un añadido muy interesante para que el juego aumente considerablemente de duración obligando al juegador a modificar completamente sus estrategias para conseguir un determinado desafío.
La pregunta del millón sobre este juego es si realmente merece la pena comprárselo teniendo en cuenta que va a formar parte de una trilogía y que la campaña está en cierta manera capada o limitada, y es normal teniendo en cuenta el afán recaudatorio que tienen las compañías. Personalmente no me he sentido estafado una vez terminada la campaña, porque si bien es cierto que la trama no es autoconclusiva y deja un final muy abierto, supone un entretenimiento lo bastante duradero y variado como para ser considerada su compra.
El modo multijugador es bastante parecido al de Warcraft III, con un matchmaking automático y una lista de amigos en la que se puede chatear y añadir a los amigos de Facebook. Una caracteristica que le echo en falta es la existencia de salas de chat en las que conocer a otros jugadores y reunirte con ellos. Además, a los que jugamos al primer Starcraft, inicialmente nos puede dar la impresión de que simplemente se trata de un Starcraft con mejores gráficos y alguna que otra unidad nueva, porque la esencia y la jugabilidad es la misma, solo que un poco más pulida.
Aunque la raza central del juego sean los terran, en el multijugador se pueden elegir cualquiera de las tres, pero obviamente la que resulta más difícil de manejar son los Zerg porque no se utilizan durante todo el juego.
En definitiva, Starcraft II es una digna secuela de un gran juego: largo, entretenido y bastante variado con una curva de dificultad muy ajustada en difícil y con un modo multijugador muy potente y con el que se puede disfrutar mucho… siempre y cuando no nos desesperemos a las primeras de cambio porque al tener tantas similitudes con el primero, te encuentras gente muy profesional jugando por Internet.