Double Fine es una de las desarrolladoras con juegos más innovadores y alejados de lo que estamos acostumbrados de la actualidad. Quizás no son los más aclamados por la crítica, pero tienen algo que les caracteriza; son rompedores y si te gusta su estilo, te dejarán pegado a la consola durante horas. Aunque no se puede esperar menos de ella siendo el fundador Tim Schafer (Diseñador y escritor de juegos como: Monkey Island, Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge, Grim Fandango,Psychonauts y Brütal Legend).
Costume Quest, por lo tanto, no podía ser distinto. Probablemente, ninguna otra empresa podría desarrollar un juego en el que el protagonista sea un niño(o una niña, aunque simplificaré diciendo niño a partir de ahora) que recoge caramelos el día de Halloween. Y menos aún destinarlo a un público adulto, insertando un humor mordaz en las frases de los niños, pero exactamente así es el comienzo de Costume Quest. El juego está desarrollado como un arcade para las dos principales consolas de nueva generación: Xbox 360 y PS3 y salió a la venta el pasado 20 de octubre con un precio de 1200 Microsoft Points y 15 € respectivamente.
Costume Quest nos ofrece unos gráficos muy coloridos y a la vez muy infantiles que no deberían echar atrás al jugador más adulto. Situaros: un día de Halloween en cualquier urbanización Estadounidense en la cual la calle está llena de niños y todas las puertas de las casas nos esperan para ir a pedir caramelos con la más que usada frase de Truco o Trato.
No se puede negar que el ambiente del barrio está conseguido y aunque los gráficos no dan para más, hay que recordar que se trata de un juego Arcade.
El juego comienza cuando eliges a tu personaje de entre dos hermanos y puedes comenzar tu día de recogida de caramelos, aunque las cosas no tardaran en torcerse cuando a tu hermana es secuestrada (en el caso de que elijáis a la niña, será el niño el secuestrado) por una especie de monstruo. A partir de ese momento comenzará tu épica aventura por salvarla . Una historia algo tópica pero que llega a divertir muchísimo al jugador.
A partir de aquí nos encontramos con uno de los elementos más graciosos del juego: las batallas. En el momento de entrar en una batalla tu personaje se convierte en el personaje de su disfraz, desde un robot gigante a la estatua de la libertad, como podréis apreciar en las imágenes. Las batallas se desarrollan con eventos QTE (Quick Time Event) de pulsación de botones.
Para conseguir dichos disfraces habrá que encontrar patrones y material para construirlos. Además algunos disfraces nos ofrecen un “superpoder” fuera de las batallas como, por ejemplo, la posibilidad de correr en el caso del disfraz del robot, la de dar luz en el del superhéroe, o la de cubrirse de daño con el de caballero. En total son 10 disfraces distintos.
Las únicas quejas que puedo tener son la facilidad y la repetitividad. El juego es extremadamente sencillo, es imposible morir, dado que cada batalla que pierdes vuelves a salir justo antes de ella y puedes repetirla, sin perder puntos de experiencia ni nada. Y las peleas aunque divertidas llegan a ser repetitivas en algunos momentos ya que el video de introducción de la pelea es siempre igual para cada disfraz, y no se puede omitir.
Aun así ha sido de los juegos arcades que más me ha divertido, ha conseguido sacarme muchas carcajadas con su humor adulto e irreverente claramente firma de Double Fine. La jugabilidad es muy buena no teniendo ningún problema digno de mencionar y los gráficos cumplen con su sencillez. Al menos yo no necesito nada más para que un juego consiga divertirme.
Además como extra para las navidades Double Fine va a sacar un contenido descargable para el juego basado en la Navidad, añadiendo unas horas de juego extra lo cual se agradece dado que el juego no es muy largo.
Nota
- Presentación: Su ambientación, y la personalidad diferente de cada uno de los niños hacen que la presentación sea uno de los puntos fuertes del juego. 8
- Gráficos: Los gráficos son simples, muy coloridos y quizás algo acartonados, aunque en este concepto de juego unos gráficos así no son en absoluto una pega. 7.5
- Duración y Enganche: El modo historia dura unas 5 horas, por un precio de 15 euros, no está nada mal. Además coleccionar todos los sellos y las cartas y realizar todas las misiones secundarias nos llevará una o dos horas más. 8
- Nota Final: En mi opinión una gran muestra por parte de Double Fine de como un juego arcade consigue sacar una sonrisa de cada jugador que lo prueba. Aún con la nota algo mermada por la facilidad y la repetitividad es uno de los mejores juegos del catálogo arcade de este año por lo que no os lo deberíais perder. 7.5