Tras pasar unos días recorriendo Irlanda, aquí va un pequeño set de fotos. No es nada del otro mundo, pero dan una pequeña idea de lo que es el país: cementerios y vacas; una extensión de Asturias mucho menos montañosa, un poco más fría pero igual de verde.
Me vuelvo alucinado con el mercado laboral y condiciones que tienen los informáticos (y autónomos) allí, que ya las quisiéramos en España y con el ambiente que se respira en Dublín, una ciudad que me ha parecido pequeña, manejable y con un ambiente de bares que nada tiene que envidiar al de España.