Hablar de Rockstar es hablar de Grand Theft Auto, y ese es el miedo que tenía cuando decidí que sería el próximo juego que compraría para la Xbox. Por suerte tenía por casa el Modern Warfare 2 cogiendo polvo y decidí que ya era hora de darle salida. Es el primer juego que vendo, principalmente porque ya casi nadie de mis amigos juega (algunos lo vendieron mucho antes que yo) y los que juegan son demasiado pros (cabrones), porque me lo pasé en todas las dificultades y, lo más importante: porque soy un absoluto y completo paquete.
Al principio, Red Dead Redemption se parece demasiado a un GTA, pero poco a poco te vas dando cuenta de que es mucho más, que tiene mucha más profundidad, empezando por los personajes llenos de carisma, por la genial ambientación y terminando con un final completamente.. indescriptible.
En el juego tomamos el rol de Jonh Marston, un antiguo foragido que decide abandonar su vida al borde de la ley por una vida con su esposa y su hijo. Sin embargo, los federales secuestran a su familia y le obligan a dar caza a los antiguos miembros de su banda. Toda la trama transcurre en la frontera entre Estados Unidos y México a principios del Siglo XX, que están perfectamente reproducidas y verdaderamente evocan las sensaciones de encontrarnos cabalgando por el lejano oeste.
Aparte de la ambientación y de la diversión, el juego tiene otra característica que lo convierte en un imprescindible: la duración. Me parece que he tardado en pasármelo cerca de 30 horas (y todavía me faltaron por realizar algunas misiones secundarias). Además tiene un modo multijugador que aunque no he llegado a probar porque tengo caducado el Live, dicen que es entretenido.
Así que, lectores de este blog, poseedores de una Xbox 360 o de una PS3, si tenéis pensado comprar un juego entretenido y largo, os recomiendo Red Dead Redemption.