Muchas veces, pasan ante nosotros tantas películas que resulta imposible verlas todas. Una mala publicidad, una terrible distribución o incluso un cartel incorrecto o un actor encasillado, pueden ser determinantes para que una película tenga un éxito abrumador o quede abogada al más cruel de los olvidos.
Creo que uno de los mayores ejemplos es una película que desconocía por completo y que vi gracias a un comentario de menéame, en el que decía que era la mejor película de Jim Carrey junto con El Show de Truman (aparte de porque aparezca la tremenda Kate Winslet). Se llama Olvídate de mí (Eternal Sunshine of the Spotless Mind), y es una de esas películas que cuando ves, te preguntas cómo no la habías visto hasta ese momento.
Olvídate de mí es una película que cuenta una historia de amor desde un punto de vista diferente. Seguramente estemos acostumbrados a las típicas películas de amor en las que “chico conoce a chica”, “chico se enamora de chica” y “chico y chica son felices y comen perdices”. Sin embargo, Olvídate de mí se aleja bastante de los tópicos y muestra la realidad de las relaciones de pareja, que son muy bonitas mientras duran, pero que se pueden torcer en cualquier momento.
Si tuvierais oportunidad de poder olvidar a una persona con la que habéis estado saliendo, de olvidar todos los malos y buenos momentos, de olvidarlo todo… ¿Lo haríais? ¿Compensarían lo suficiente los buenos momentos a los sentimientos de tristeza y desesperación? Eso es lo que plantea Olvídate de mí.
Si tenéis oportunidad de ver esta película os la recomiendo totalmente.