Supongo que muchos de vosotros lo sabréis, pero sino yo os lo cuento, el último palo que se ha llevado la industria cinematográfica en cuanto a piratería se refiere ha sido hace aproximadamente unos 15 días, concretamente el 1 de Abril, curiosamente el día de los Santos Inocentes Anglosajón, cuando saltó misteriosamente a Internet una copia pirata de uno de los estrenos cinematográficos más esperados de la temporada, XMen Origins: Wolverine, lo que viene a ser las aventuras y desventuras de Lobezno antes de su paso por la trilogía de XMen, contando los orígenes de tan insigne personaje de la factoría Marvel. 
Las reacciones no se han hecho esperar, y desde la propia productora, Fox, que dice estar poniendo todos los medios a su alcance para poder dar con la persona que ha colgado la película en Internet, hasta el propio Hugh Jackman diciendo que lamenta terriblemente el suceso y que se le rompía el corazón (sí, literal), mucho se ha escrito acerca de tan lamentable hecho, pero, ¿qué pasaría si esto no fuera un acto de piratería sin más, sino algo más elaborado?
Ya desde el fin del rodaje de la película, su director, Gavin Hood, salio echando pestes contra la Fox, porque durante todo el rodaje los ejecutivos estuvieron entrometiéndose en su trabajo no dejándole darle el aspecto tan oscuro y tenebroso que él tenia pensado para el personaje (y recordemos que él había sido contratado para eso, no para los cambios posteriores), intentando suavizar cualquier cosa que no diera finalmente una calificación de PG-13, porque una calificación más adulta esta claro que restaría espectadores finales en el fin de semana del estreno, que es donde realmente se juegan la rentabilidad del proyecto, con dos partes en el aire pendientes del rendimiento de esta película y otro spinoff basado en Masacre si el personaje secundario gusta. El caso es que finalmente se rodaron unos 20 minutos más para darle algo más de contenido a la película, que en los primeros pases no había sido tan bien recibida como ellos esperaban y con eso se dio por zanjado otro intento más de mangoneo por parte de una productora, no en busca de calidad, sino de conseguir el Blockbuster del año.
Todo estaba tranquilo hasta la citada fecha, en la que una copia de trabajo, sin efectos especiales, sin BSO y sin el sonido mezclado, aparte de sin esos 20 minutos extras rodados saltaba a las redes P2P. ¿El resultado? La película lleva más de un millón de descargas y toda una sucesión de críticas de la película se han ido colando por Internet, y todo hay que decirlo, no muy negativas, diciendo que la película esta entretenida e instando en muchas ocasiones a comprobar directamente en el cine si esos 20 minutos van a subir el listón hasta dejarla en una película muy buena. En cuanto a estadísticas, que eso les encanta en los grandes estudios, la perspectiva de ver esta película en su estreno en salas de cine ha crecido en EEUU entre un 40% y un 60%, lo que indica que están captando clientes potenciales para el taquillazo que se puede estar gestando. 
Mucha gente, a tenor de todo esto esta empezando a pensar y a decir con la boca pequeña que esto es una jugada arriesgada de la Fox, que previniendo un batacazo de la película decidieron realizar este experimento ¿2.0?,y poner la miel en la boca a los fans y luego prometerles que si lo que realmente han visto les gusta, van a salir del cine flipados con esos nuevos 20 minutos, que intuyo serán 2 peleas más y cuatro diálogos tontos que no influirán en el argumento completo, ya me diréis como 20 minutos mejoran hora y media, pero una vez conseguido el taquillazo ya vendrán las disculpas con los bolsillos llenos y la promesa de que en la segunda parte incluirán lo que les faltó en la primera… A la vista tenemos el fiasco de la película de Dragonball, desde el primer momento las críticas fueron feroces y tras su estreno este pasado fin de semana, el descalabro ha sido considerable, entrando directamente a la octava posición.
En definitiva, jugada redonda para la Fox, que por un lado si la película es un fiasco dirá que fue culpa de la Piratería, con lo que se cubre las espaldas, y si la película es un éxito puede ser por esta versión “demo” de la película que mejoró las expectativas de los fans, todo se sabrá si misteriosamente se cuelan más copias de trabajo a Internet, pero, no nos engañemos, el que sale perdiendo es el espectador por esta alarmante falta de ideas creativas en el cine.