Hay dos tipos de fanboys en el mundo: aquellos que apoyan apasionadamente un equipo, un producto, una compañía o una organización de una manera equilibrada, y aquellos que que apasionadamente apoyan algo hasta el punto de convertirse en un irracional tornado de furia. El primer tipo es normal, y es el resultado de de la sana competitividad. El problema llega cuando una persona está poco dispuesta a criticar objetivamente algo.
La última cosa que el mundo necesita es otra crítica de fanboys. Llamarles la atención es animarlos, algo que la mayoría de gente debería intentar evitar. Sin embargo, pensamos que es importante llevarles la contraria con el propósito de cambiar su forma de pensar. Cuando suceda eso, la cultura del videojuego empezaría a mejorar. Ahora es el momento de que te pongas delante de un espejo y pienses: ¿La siguiente lista me describe?
1.Te cabreas cuando algo que te gusta es cuestionado.
Los fanboys casi siempre interpretan las críticas como algo malo, y generalmente responden con hostilidad. La ironía de ésto es que el entusiasmo desenfrenado no beneficia a nadie a largo plazo. Cuando los productos de consumo ignoran las críticas, las mejoras son frustradas y los compradores terminan pagándolo. Evaluar lo que se vende es un interés para todos, ya sean productos hechos por Sony, Microsoft o Nintendo.
2. Eres intelectualmente deshonesto.
Si de verdad piensas que siempre tienes la razón y nunca te puedes equivocar, significa que eres intelectualmente deshonesto. Generalmente, ésto provoca una total indisposición para oir las opiniones diferentes a la tuya, un miedo sobreexpuesto a los hechos y un rechazo hacia la verdad, opinando de los temas sin tener el conocimiento necesario (O incluso peor, sin conocer los hechos sobre los que se discute).
3. Rebates utilizando ataques personales.
Los fanboys dejan que su propia miopía los defina. Están miopes al mantener siempre la fijación de su máxima existencia es el éxito o el fracaso en el mercado mundial de productos como la Xbox 360 o la PS3. Además, la inseguridad personal, generalmente deriva en insultos y un vocabulario desagradable cuando entablan una disusión con otras personas. El diccionario urbano define eso como “ Infravalorar a las personas que no les guste lo mismo que ellos y desentenderse de cualquier factor que difiera de su punto de vista”. Si te cuesta mantener separadas la emoción y la discusión, posiblemente seas un fanboy.
4. Destruir a tu contrincante es más gratificante que tu victoria.
Alegrarse por el éxito de un “equipo” no es malo. De hecho, millones de españoles lo hacen diáriamente en los deportes profesionales y otros productos, así como los éxitos de ventas de las comñías. Pero celebrar el fracaso en vez de tu propia victoria es algo problemático. No me refiero a alegrarse cuando el Madrid pierde; me refiero a encontrar placer al espamear los foros de la consola rival, sabotear las entradas de la Wikipedia e interrumpir la vida pacífica de los demás.
5. No aportas nada nuevo a la conversación.
¿Consolas distribuídas contra vendidas? Hemos oído ese argumento tan cansino miles de veces. ¿De verdad importa? Si te sientes un gran conocedor del tema, demuestralo mediante ejemplos claros e informes presentando pruebas y mostrando las referencias de que lo que dices es cierto. Intenta aclarar tus argumentos, no digas una y otra vez lo mismo. Mejor aún, intenta una aproximación desde un punto de vista diferente si sientes que nadie te está escuchando. Si “es una mierda” es uno de los mejores argumentos para rebatir que encuentras, ni siquiera lo intentes.
6. Eres un anti-fanboy.
No me malinterpretes, a nadie le gustan los “trolls”. Pero si dedicas todo el trabajo de tu vida a antagonizar a los fanboys, eres una parte más del problema. Los anti-fanboys, generalmente acusan a los demás de ser fanboys de una forma despectiva. Es un círculo vicioso. Con ésto se consigue que el nombre de quien lo dice se desprestigie más que la persona a quién va dirigido. Llamar fanboy a alguien sin una causa apropiada es una clara evidencia de una mente débil trantando de llamar la atención.
Nadie está libre de perjuicios y todo el mundo tiene un pequeño fanboy dentro de él. Pero los extremos deberían ser evitados. El hecho es que ser un fanboy te convierte en un consumidor ciego sumido en la más profunda irracionalidad. Así que tomad nota, jugones. Y pensad en la idea de un mundo con menos provocación.
Fuente | GamePro (Traducido por un servidor) |