Estaba yo hace un rato viendo la tele cuando en medio de la publicidad apareció el nuevo anuncio de Coca-Cola, ese que dedican a la generación de los 80 con una cancioncita bastante pegadiza y el estilo de siempre de la compañía norteamericana. El caso es que en ese momento me vino a cabeza una pregunta ¿Cómo sería originalmente la Coca-Cola?
Presto, en cuanto llegué al PC me puse a visitar la wikipedia investigar un poco acerca de esta bebida y cúal fue mi sorpresa al descubrir un dato bastante sorprendente.
Los documentos dan fe de su historia, en 1885 un farmacéutico llamado John Pemberton ideó una mezcla de hojas de coca y semillas de cola (efectivamente el nombre tenía sentido, originalmente era una droga ) cuyo fin curativo, similar a la aspirina, dio paso a su triunfo como refresco que desbordó todas las previsiones, ya que en tan sólo un año fue adquirida la fórmula por 2300 dólares y comenzó su distribución a nivel nacional. Como dato adicional mantiene el logo que diseñó su creador.
Pero el verdadero motivo de mi curiosidad por esta bebida no es su historia en sí, si no el secreto de su fórmula. Mucho se ha especulado sobre ello y aún más son los rumores, mitos y leyendas que la rodean (es corrosiva para los dientes, calma el dolor de estómago, tiene un nivel de PH preocupante, sólo conocen dos personas la fórmula y nunca pueden coincidir en un mismo lugar, etc.) pero la realidad parece ser menos interesante, o eso nos quieren hacer creer, ya que dicha receta se encuentra en la caja fuerte de un banco de Atlanta.
Además de los misterios de su composición hay una faceta de este refresco que me fascina: la capacidad para lanzar sabores diferentes según las zonas comerciales. Así, según viajemos podremos saborear desde una Coca-Cola con un toque de frutas tan variadas como la cereza, limón, lima, naranja o frambuesa hasta la misma bebida con un toque más exótico (vainilla o café).
Y es que a pesar de que nos pueda gustar más o menos, lo cierto es que todos nosotros hemos crecido con los spots de la Coca-Cola, y hoy en día seguimos deleitando nuestro paladar con ella (aunque sea como base para los cacharros), mientras en la compañía dedican el último anuncio a una generación que, de haber sabido que en realidad este refresco era un jarabe, quizás nunca la habría probado.