Resulta un poco absurdo ir a comprar a una tienda y que el dependiente te increpe por chafarle el negocio, pero eso nos pasó el otro día a mi y a un par de amigos que fuimos a comprar a un Game de por aquí cerca.
Ocurrió el día del lanzamiento de Halo Reach, hace dos semanas si mal no recuerdo. Como de aquella todavía no habían empezado las clases y estábamos ociosos decidimos ir a comer a un centro comercial después de varios infructuosos intentos de ir a comer a restaurantes cerrados. Después de comer, para bajar un poco las calorías de las hamburguesas, nos planteamos dos opciones: la primera ir a correr un par de kilómetros a paso ligero, la otra acercarnos hasta el Game, que nos pillaba de paso, y comprar la edición coleccionista del Halo Reach. Obviamente elegimos la segunda opción.
Sin embargo, sólo uno de nosotros consiguió terminar fructíferamente la misión de comprar el juego, pero cuando se disponía a pagarlo, apareció el que parecía ser el jefe final del juego, un enano de edad nivel 50 (Desde ahora, KillerDwarf) y comenzó la batalla dialéctica.
KillerDwarf le comenzó a hacer la típica retaíla de preguntas sobre si deseaba reservar algún juego o, por qué no, la edición especial de la Xbox 360 + Halo Reach, a lo que mi amigo le contestó que no, que ya la había reservado vía webiba a terminar con las tiendas de videojuegos y la próxima vez que quisiera ir a una tienda física tendría que ir a un “Pull & Bear”. Porque en la tienda se puede hacer lo mismo que por Internet. Con dos cojones.
Le acababa de comprar un juego por valor de 80 euros y el tío los tenía tan cuadrados como para decir que lo que hizo acabaría con las tiendas. Pues sí, señor KillerDwarf, se puede hacer lo mismo salvo por la sencilla razón de que algunas veces los juegos están más baratos por Internet y reservando por Internet te aseguras de que vayan a tener tu juego sí o sí. Partiendo de ahí, nunca comprando por Internet te van a increpar por no comprar en tienda física.
Hemos llegado a un punto sin retorno ridículo, en el que se pretende demonizar las actuaciones completamente legales de los usuarios. Hace unos años pirata era el que se bajaba un juego de Internet, pero parece que ahora se tiende a tachar de fraudulenta cualquier acción de compra que realice un usuario y que le proporcione beneficio económico, como en este caso comprar vía web o, si me apuras, importar juegos de China o de Reino Unido. ¿Tenemos que ser los únicos tontos de la cadena? Yo por lo menos, no.
Disclaimer: No, no voy a decir de qué Game se trata porque para mi, esto no deja de ser más que una anécdota y obviamente voy a seguir haciendo lo que más me beneficie. Si os pasa algo parecido, ya sabréis de cuál se trata 🙂