Hace justo un año que me hice autónomo. El tiempo vuela y más aún cuando se está extremadamente ocupado por todos los frentes. De hecho, este año me ha servido para admirar mucho a todos aquellos que compatibilizan toda su vida estudiantil con un trabajo a tiempo parcial (algo que yo he estado haciendo los últimos años).
Para aquellos que se estén pensando en tomar este camino, creo que podría sacar varios consejos. El primero es que no es lo mismo buscarse un trabajo a tiempo parcial que hacerse autónomo. Un trabajo a tiempo parcial es la opción que recomiendo a quienes quieran estudiar y trabajar al mismo tiempo: tu trabajo se termina en cuanto sales de trabajar y no te tienes que andar comiendo la cabeza. Siendo autónomo, tu te marcas los horarios y en la mayoría de los casos se trata prácticamente de una dedicación 24×7 a la que además le tienes que añadir todo el tiempo que le inviertes a facturación y papeleo con Hacienda.
Después de haber estado trabajando de las dos formas, diré que al final resulta mucho más cómodo trabajar por cuenta ajena si lo que tienes pensado es compatibilizar tus estudios y dudas de si dispondrás de suficiente miedo para las dos cosas.
Otra recomendación, en el caso de querer hacerte autónomo es tener a alguien que te ayude (o que lleve completamente) los temas fiscales. Te costará dinero, sí, pero también te ahorrará muchos quebraderos de cabeza y tendrás a alguien que te asesore, que a la larga es algo que se agradece.
En el aspecto de llevar las cuentas de la “empresa” e independientemente de que alguien nos ayude, sigue siendo indispensable un buen programa de contabilidad y tras un año utilizando Billage, puedo decir que ha suplido mis necesidades completamente. Aunque el uso que le he dado se ha limitado al control de ingresos y gastos y sobre todo a la facturación, han ido mejorando la aplicación muchísimo a lo largo del último año (y por 9€ al mes, merece la pena).
Mi último consejo es quizás el más complicado de todos: tener claro qué tiempo se va a poder dedicar a los estudios y qué tiempo se va a poder dedicar al trabajo. Quizás es el principal error que cometí yo en su momento y puede que hubiera debido empezar antes las clases y después tomar la decisión de hacerme autónomo porque ¡Ser autónomo es caro! y como mínimo (si eres menor de 30, es la primera vez que te das de alta, etc) te va a costar una media de 100€/mes durante el primer año.
En España es complicado trabajar y estudiar al mismo tiempo y ser autónomo no es la fórmula ideal para ello, pero se puede hacer con un poco de esfuerzo, así que espero que esto resulte útil a aquellos que decidan ir por ese camino.