El otro día, cuando escribí el post sobre «Cúales son mis videojuegos favoritos» se me ocurrió la idea de que debería ir hablando poco a poco de cada uno de ellos, haciendo una especie de «mini homenaje» de todos ellos un vez al mes por ejemplo.
Como estamos en fechas «pre-navideñas», me decidí por comenzar hablando del Shenmue, ya que es un juego que cada vez que pienso en él me recuerda a la navidad. Así que ese es el primer juego de los 10 principales, y hablando de él empiezo en este mes de Diciembre.
Corría el año 2000, navidad para ser más exactos cuando le hinqué el diente a esta joya.
Dirigido por Yu Suzuki, creador entre otros juegos de la Saga Sonic Virtua Fighter, Sehnmue se convertía en el juego más caro desarrollado hasta el momento, con un coste de más de 20 millones de dólares. Suzuki reinventó la manera de jugar creando conceptos nuevos como el Full Reactive Eyes Entertainment, también conocido como Free, concepto mediante el cuál quería describir la total interacción y libertad que había en el juego. Además, Suzuki también inventó el concepto QTE para definir las escenas cinématicas en las que había que pulsar un botón en un determinado momento (Muy al estilo de Dragons Lair).
Shenmue fue pensado como una serie de 17 capítulos, en la que el primer juego sólo sería el primero, lo cual, a todo el mundo, incluído a mí, dió que pensar que seguramente sería una serie sin final, ya que en el mundo del videojuego no existe el largo plazo.
El argumento del juego, al tratarse de el primer capítulo, podría considerarse una introducción, ya que los echos que tienen lugar no son tan relevantes como los de su segunda parte (Sin contar con la introducción, claro está). El argumento comienza con Ryo (El protagonista) llegando a casa y viendo un gran coche negro a la entrada, seguidamente ve a Ine San, una especie de sirvienta/madre que le dice, antes de desmallarse, que tiene que ir al dojo porque su padre está siendo atacado por un hombre. Ese hombre se llama Lan di, y no cesa de preguntar al padre de Ryo, Iwao Hazuki, dónde se encuentra un espejo (Fenix mirror), pero tras las negativas de éste, Lan Di le da unos certeros golpes y acaba con su vida. Así es como empieza Shenmue, con Ryo Hazuki embarcado en un viaje cuya única finalidad es la venganza.
El juego tiene lugar en Yokosuka, un pequeño pueblo japonés, situándose en el tiempo a finales de 1987. Yokosuka, que existe en la realidad, ha sido debidamente simplificada para mejorar la «experiencia jugable», pero pese a dicha simplificación no deja de ser un pueblo grande por el que al principio no es difícil perderse. Además de en Yokosuka, que de por sí es bastante grande, el juego también tiene lugar en puerto de la ciudad, donde transcurre también gran parte del juego.
El juego es una mezcla de estilos, ya que hay momentos en los que se podría calificar de aventura gráfica, debido a que el 70% del mismo se pasa hablando con otros personajes (En un sencillo inglés), y el otro 30% se reparte entre batallas, QTE y búsquedas, lo que dota al juego de una gran variedad.
Las misiones secundarias son otro punto a favor para Shenmue. Entre otras cosas, podemos ir a una sala recreativa para jugar a Hang On, Space Harrier, a los dardos e incluso al juego ese de dar puñetazos que hay en las ferias. Otra curiosidad es que se pueden comprar miniaturas de muñecos de Sega en máquinas expendedoras.
En lo que a personajes se refiere, el juego cuenta con una plantilla bastante grande. Dejando a un lado los personajes secundarios, los más característicos son Lan Di (El asesino del padre de Ryo), Tom (El amigo negro de Ryo que vende perritos calientes), Nozomi (El amor «platónico» de Ryo) y el maestro Chen (Entre otros muchos).
El tiempo en el juego es un concepto muy importante, ya que dependiendo de la hora del día y del tiempo que haga, habrá más o menos personajes por la calle, además, deberemos quedar con algunos personajes a ciertas horas del día, por lo que es frecuente el uso de un reloj de muñeca que lleva el protagonista.
Ya, para terminar, sólo decir la profunda pena que me produce que no continuen la serie. Yo todavía albergo alguna esperanza de que, aunque sea en forma de libro, comic, página web o paloma mensajera, Yu Suzuki nos cuente cómo termina la historia, aunque las maravillas siguen siendo maravillas, estén terminadas o no.