¿Os suena el reggaeton? Sí, esas canciones de idéntico ritmo pero con diferentes letras (en unas dicen perrea, en otras gasolina y en otras flow) que se puso “de moda” hace un tiempo como excusa perfecta para frotarse en pubs y discotecas…
Pues bien, hagamos un ejercicio de agudeza imaginativa. Quiero que intenteis visualizar cómo sería ese tipo de canciones sin letras vomitivas, donde la sexualidad explícita en el baile se convierta en sensualidad (y los bailarines no se monten, si no que jueguen con lo erótico sin llegar a mostrarlo al espectador), todo ello unido a un ritmo que dote a las canciones de la misma base pero que a su vez posibilite que sean diferentes entre sí. Acabáis de descubrir el tango.
Este baile, de origen argentino, es todo un arte y año tras año son muchos los festivales donde equipos de parejas compiten entre sí. Pero a mí me impresiona notablemente la modalidad de tango acrobático, donde hacen verdaderas virguerías, como las que podéis ver en el siguiente vídeo:
Tras ver esto podríamos concluir con una afirmación: “Tango, el reggaeton decente”. ¿Vosotros qué opináis?