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Mis conclusiones de la tercera temporada de True Blood

Now, time for the weather, Tiffany?

Ayer ha terminado oficialmente la tercera temporada de True Blood, temporada que para mí ha sido la mejor de todas en cuanto a contenido y personajes. En comparación a las dos temporadas anteriores ésta ha sido brutal, con nuevos e interesantes personajes como el rey vampiro “Russel” o “Franklin”, el psicópata; así como un argumento y un ritmo la mar de interesante. Claro que, hasta el final.

Esta temporada ha tenido sus más y sus menos, con unas tramas mejores que otras. Por un lado teníamos a Tara seducida por el vampiro psicópata Franklin (aunque cada vez que aparecía yo siempre veía a Cromwell de “Los Tudor”), con sus más y sus menos pero sin duda llegando al climax en esa genial escena del teléfono móvil que seguro todos recordaréis. Creo que Franklin podía haber dado más de sí. Por otro lado tenemos la historia de Sam con su familia de “cambia formas”, que sólo me pareció interesante por la manera de ahondar en el pasado oscuro del personaje, por lo demás un poco sosa. La trama de de Jason con “Thunder Cat” resultó ser la más aburrida de todas por una simple y llana razón: no ocurre nada. Y, por supuesto, la narración principal, que ha sido la más interesante de principio a fin y en la que se dan a conocer nuevos personajes y jerarquías dentro del mundo vampírico, con el momento épico cuando sale por televisión.

No negaré que me resultó inquietante esa ambigüedad sexual que tienen los vampiros en esta temporada (y algún personaje más ya conocido) y que en ocasiones lo mismo les de por la carne que por el pescado, aunque pensándolo bien, a pesar de todo el rollo gayer de esta temporada, me siguen pareciendo más mariquitas los vampiros de Crepúsculo.

Si tuviera que destacar a un personaje de esta temporada sin duda alguna sería el rey vampiro de Misissipi, Russel Edgington, genialmente interpretado por Denis O’Hare, que transmite perfectamente esa mezcla de superioridad y locura que lo convierte en un serio candidato a llevarse algún galardón este año.

La inclusión de más tipos de seres sobrenaturales, como hombres lobo, hombres pantera y… hadas hace que la serie adquiera un mayor volumen, pero sin llegar a perder el control de la situación o hacer un popourrí al estilo de “El Señor de los Anillos”, aburriéndonos entre unos y otros.

Pero como digo, no me ha convencido nada el final de la temporada. Después de tantos capítulos interesantes en los que pasan multitud de cosas, me ha dejado la sensación de incompleto, de que faltaba la mitad. Esto es porque deja todas, absolutamente todas las tramas abiertas. Además, el capítulo da mal rollo porque da la impresión durante todo el tiempo que va a morir alguien. De hecho, si mal no recuerdo son 3 personajes los que se columpian sobre el filo de la navaja y de todos ellos el que más pena me daría que muriese sería sin duda Jessica, la adorable y cachonda vampira pelirroja. Y señores guionistas, por favor, si decidís matar a Tara, convertidla en vampiro, que en mi opinión daría un giro muy interesante a la serie.

Si hubieran pasado más cosas en el último capítulo, mi sensación descafeinada de la temporada seguramente no existiría, pero de todas formas me gustaría saber lo que opináis vosotros. ¿Ha sido como esperábais?

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