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El cine español, ese gran despropósito

Balada triste de trompetaFue ayer mismo cuando la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España reveló las películas nominadas a ganar los galardones más importantes del cine español. Todos sabemos que las películas españolas no son peores porque no duran más tiempo, pero mirando la lista de nominaciones no puedo sentir más que vergüenza de a lo que en este país se llama “cine”.

Porque es un gran despropósito que Balada triste de trompeta sea la más nominada, estando presente en quince categorías. Supongo que nada tenga que ver que su director, Álex de la Iglesia, sea el actual presidente de la Academia. Aunque casi prefiero que sí esté amañado, porque eso significa que el resto de películas (Enterrado, 10 nominaciones; También la lluvia, 13; y Pa negre, 14) son aún peores que Balada triste, cosa que me cuesta muchísimo creer.

He de admitir que es la única película española que he visto el año pasado. Y fue uno de los espectáculos más lamentables de cine de los que he sido testigo. Aburrida, insulsa, bochornosa, mal interpretada, incongruente y, en definitiva, mala a rabiar. La única sensación pasable que me llevé del cine ese día fue la fotografía y el vestuario. Pero desde luego, la película no es digna de quince nominaciones. Ni por sus actores (Carolina Bang solo menea el cuerpo), ni por el guion (del propio de la Iglesia) ni por su banda sonora (para qué engañarnos, Roque Baños no es Alberto Iglesias).

Cine españolPero nada de esto debería ser nuevo para nadie. El cine español es malo. Pero por otra parte es lógico: el Ministerio de Cultura paga hasta 800.000 € (ahora mismo reducido a la mitad por el tema de la crisis) a cada película española. Con esto, los productores no necesitan que la película sea buena, simplemente necesitan que sea barata para ganar más dinero público. Tras la posproducción, se estrenan en las salas de cine porque en España, por ley, cierto porcentaje de los estrenos tienen que ser nacionales aunque sean pésimos. Luego Cultura afirma que la piratería está matando al cine español. No, señores, el propio ministerio es quien lo está matando, puesto que dejan que las productoras (que no ponen el arte del cine, solo el dinero) se llenen los bolsillos sin ningún esfuerzo. En Estados Unidos también hay cine malo, por supuesto, pero sus productoras quiebran si no hacen buena taquilla. En España sin embargo es el contribuyente quien quiebra.

Un verdadero despropósito.

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