Todos aquellos a los que le guste la fórmula 1 o no, habrán reconocido enseguida el nombre de Ayrton Senna. Calificado como el mejor piloto de fórmula 1 de todos los tiempos por la mayoría de aficionados al deporte del motor, su carrera se vio truncada un fatídico 1 de Mayo de 1994 en el circuito de Imola. A pesar de haber pasado ya 13 años, su nombre sigue resonando en la memoria de todos cada vez que Fernando Alonso o Lewis Hamilton compiten en un Gran Premio, ya que según dicen, uno de los dos será su heredero (Con el permiso de Michael Schumacher).
El trágico accidente que le costó la vida al piloto brasileño no estuvo exento de polémica y de incógnitas sin resolver. Así es cómo sucedió todo. Prólogo
Corría el año 1994. Por aquel entonces el dominio de la escudería Williams era absoluto. Ayrton Senna, que había sido tricampeón en 1988, 1990 y 1991 llevaba ya 2 años sin ganar debido a que Williams, con Mansel y Alain Prost como pilotos, había incorporado unas mejoras significativas en la electrónica de su vehículo, convirtiéndolo en una máquina imbatible.
Senna hizo todo lo que pudo por pilotar el Williams, y en 1994 consiguió desbancar a Alain Prost de la escudería a pesar de que aún tenía un contrato con el equipo. Desgraciadamente para Senna, ese año, la FIA, había hecho hecho una serie de modificaciones en el reglamento del campeonato, con la finalidad de abaratar costes, y eso conllevaba quitarle muchas de sus virtudes al Williams, algo que afectó notablemente a su rendimiento convirtiéndolo en “un coche más”.
Empieza la temporada…
Mientras que Williams tenía que rehacer un coche desde cero, Benetton había empezado fuerte el campeonato, ya que ya tenían su coche preparado del año anterior y contaban con varias semanas de ventaja. Así es como se llegó al tercer Gran Premio del campeonato, con un joven Michael Schumacher a la cabeza del mundial tras haber ganado los dos primeros Grandes Premios, y con un Williams que no terminaba de convencer, ya que todavía había que mejorarle muchas cosas. Senna no puntuó en ninguna.
Las mejoras del Williams llegaron en la tercera prueba del campeonato del mundo: el Gran Premio de San Marino, cuando los mecánicos modificaron el tren trasero del coche, la suspensión y las tomas de aire. Gracias a ésto, Senna consiguió la pole en la clasificación, aventajando a Schumacher en casi 1 segundo.
Empiezan los problemas…
Los problemas comenzaron el viernes en los entrenamientos libres, cuando Rubens Barrichello tuvo un aparatoso accidente e ingresó inconsciente en el hospital. Senna fue a verlo y, cuando se enteró que estaba fuera de peligro, se retiró, pero de alguna manera u otra, la tensión ya se había apoderado de él.
El sábado en la clasificación se volvió a dejar patente que algo no iba bien, ya que el piloto austriaco, Roland Ratzenberger sufrió un gravísimo accidente que le costó la vida tras chocar contra el muro en la curva Giles Villeneuve.
¿Seguirían adelante con el Gran Premio a pesar de estos dos trágicos sucesos? Sí.
Momentos previos a la carrera…
Senna había perdido las ganas de correr, algo obvio tras lo sucedido en las dos sesiones anteriores, y tuvo que ser su novia la que le convenciera de que debía hacerlo. Ese día, desayunó con otros pilotos, que lo notaron “diferente”. Todas las costumbres que tenía Senna antes del comienzo de un Gran Premio ese día cambiaron: tardó más de la cuenta en salir a la pista, revisó meticulosamente el coche, realizó 3 vueltas de reconocimiento cuando lo habitual en él eran 2, criticó a su equipo y la seguridad del circuito de Ímola tras ubicar su coche en la primera casilla de la parrilla de salida, cuando lo que solía hacer era quedarse en el coche concentrado. Por último lugar, pidió una bandera austriaca para levantar cuando hubiera ganado, algo que sólo hacía con la brasileña.
El accidente.
En la tercera vuelta de la carrera, Pedro Lamy embistió al Benetton de Jirky Jarky Lehto, que se encontraba parado, y fue necesaria la salida del Safety Car (Coche de seguridad). La carrera se reanudó en la vuelta 5, y nadie esperaba lo que pasaría en la siguiente vuelta.
Senna seguía primero, seguido de Michael Schumacher. En la curva de Tamburello, Senna pierde el control y se estrella brutalmente contra el muro de hormigón. El impacto fue tal, que Senna salió rebotado hasta la mitad de la pista, aunque debido a la inercia volvió a salir de ella.
Todo el mundo estaba pendiente del estado del piloto, y se empezó a temer lo peor cuando éste no se reincorporó para salir del coche. Los únicos gestos que hizo el piloto fueron dos espasmos causados por dos impulsos nerviosos. 21 segundos después del choque llegaron las asistencias del ciruito, y 1 minuto después los médicos, que lo sacaron del coche y le hicieron una traqueotomía. La enorme mancha de sangre en el circuito hizo temer lo peor. Minutos más tarde se le llevó al hospital de Bolonia, pero a las 6 de la tarde se le declaró oficialmente muerto.
La polémica está servida
Existen numerosas incógnitas sobre el accidente de Ayrton Senna: ¿Por qué el helicóptero del circuito no se utilizó para evacuar al herido? ¿Por qué no se suspendió la carrera tras el aparatoso accidente? Esas preguntas posiblemente nunca tengan respuesta.
Al parecer, la causa del accidente fue la rotura de una barra de la dirección del coche de Senna, lo que provocó que no pudiera girar en la curva, pero según los responsables de Williams, Senna ya había perdido el control del coche antes de que eso sucediera, por lo que la culpa era suya. Según los forenses, murió instantáneamente, pero en el hospital de Bolonia donde fue evacuado aseguraban que había llegado respirando.
Posiblemente el hecho que más llame la atención sea que a pesar la existencia de una ley italiana que dice que tras la muerte de una persona en una actividad deportiva, la actividad debe ser cancelada y el sitio cerrado para realizar las investigaciones, pero tras la muerte de Ratzenberger el espectáculo continuó.
Hoy en día el circuito de Ímola sigue abierto, pero la curva de Tamburello se ha convertido en una S. Es muy posible que nunca se llegue a saber toda la verdad del asunto, pero el principal hecho es que se ha perdido a un gran piloto, quién sabe si el mejor de todos los tiempos, y hay que evitar que cosas como ésta vuelvan a suceder.