Como pasa el tiempo, y con él, las modas van y vienen. Algo que despreciaste hace 20 años, resulta que ahora vale centenares de euros y te convertiría, automáticamente, el tío o tía mas popular de donde quiera que te encuentres ahora mismo. Cuantos de vosotros habéis vivido estas situaciones?
1990, Tu padre te regala “su” Vespa.
Como buen joven que eres, el día de tu cumpleaños, tu padre te regala la Vespa que llevas viendo acumulando polvo en el garaje desde que tienes memoria. Solo necesita un par de arreglos en el motor y una tarde de limpieza a fondo. Pero claro, es la Vespa de tu padre. Tus colegas van al instituto con sus nuevas Gileras, GasGas o Derbys y tu padre pretende que vayas con una moto que compro tu abuelo en el 76 cuando tu padre volvió de la mili… hasta hay algunas que frenan con pedal!
Pero claro, año 2005, vuelve la moda retro. Lo “pop” esta rematadamente de moda. Y la Vespa es todo un icono pop. La Vespa que tu padre tiró por que tu no la quisiste el día de tu 16 cumpleaños, que solo necesita un par de arreglos en el motor, ahora sería el centro de atención. Y tu la despreciaste por que tenía el freno en el pie, y por que los de correos repartían el correo con ella.
1995, tu primo se hace mayor y te regala su NES
Muchas veces, hay cosas que hacen que odiemos a nuestros primos. Como cuando crecen y su ropa pasa a ser nuestra ropa, algo muy habitual si creciste en los 90. Algo similar pasaba si hablamos de juguetes. Y la NES (Nintendo Entertainment System) era un juguete. Le pese a quien le pese, en el 95 una NES era algo que un chaval de mas de 18 años no podía tener. Así que tu primo te la quiso regalar… ¿Regalar? ¿Una consola que ni siquiera tenia 3D? ¿Con música a base de pitidos? ¿Qué puede darte una NES que tu nueva PlayStation no hace? ¡Venga ya primo! ¿Que puede hacer “The Kirby’s Adventures” contra el primer Tomb Raider? ¡Si quieres regalarme algo, regalame algo bueno!
Y claro, la NES no estaría aquí si catorce años después una NES que funcione, con sus dos mandos y un par de juegos no fuera una joya que bien podría valer su peso en oro. Los mandos (aunque no funcionen) se los podrías enchufar a un pardillo por 10€ en eBay. Por que ahora molan, son retro y además mucha gente los utiliza para hacer pequeños mods y poner mp3 dentro del mando, o lectores de CD y despertadores dentro de la NES.
1997, un amigo te enseña su Discman, y tu con un Walkman…
Suena la canción “La luna y el toro” de Los Centellas durante todo el verano. Los recopilatorios estilo Ibiza Mix o Max Mix copan el horario de publicidad de máxima audiencia, y nunca se olvidan de indicar que se vende en Cassette y CD. Y llega tu colega, que ha encontrado su primer trabajo, y con su primer sueldo se compra un Discman, un CD portátil, nada menos! Como se oye, que bien funciona! excepto cuando lo mueves que “salta”. Tu colega es la leche, y tu solo tienes un Walkman, que cuando escuchas a las Spice Girls y empieza a acabarse la pila, parecen el demonio saliendo por tus cascos.
¿Que hacer con tu Walkman? Lo que sea menos utilizarlo delante de tu amigo y de todas las “amigas de verano” que aparecen por doquier en Gandia. Tienes que conseguir las 60.000 pesetas que vale el maldito discman y comprarte uno mejor. Uno que no salte cuando lo mueves! Tu Walkman es ya agua pasada, sus cintas ya acusan el paso de los años. ¿Realmente recuerdas donde lo dejaste?
2000, el Spectrum sale a la luz.
De estas cosas, los padres suelen tener la culpa. Normalmente son ellos los que compran algo que luego pasa a ser de los hijos. Recuerdas cuando tu padre te dijo que su Spectrum, con el que había echo sus primeros pinitos en la informática allá por el 85 estaba molestando en el armario? te dijo claramente que si lo querías, te lo regalaba, sino, a la basura. Tu tenías la cara llena de acné y el Age of Empires 2 “The Conquerors” recién instalado en tu Pentium 3, que tenía hasta grabadora!
Un pseudo-pc que solo funcionaba con cintas,… cuantas batallitas te habrá contado tu padre de esas cintas, que si se las prestaban entre amigos, que si se podían comprar, copiar y devolver en menos de dos horas (si, tu padre también era un pirata),… Un teclado de goma y la necesidad de molestar a tu madre en plena telenovela para enchufar el Spectrum a la TV hicieron que solo lo usaras una vez. Como no sabías los comandos, y las largas esperas mientras se cargaban los programas te ponían nervioso, el Spectrum terminó en la basura. Ahora vale centenares de euros en eBay (si funciona) y es una pieza digna de mostrar a tus compañeros de la Facultad de Informática, incluso hay un par que como buenos frikis, saben como funciona y lo usaron un tiempo. Pero claro, el Age of Empires II “The Conquerors” molaba mas.
2005, ordenando la habitación, encuentras tu Telesketch
Cuanto tiempo hacia que no ordenabas ese cajón? Lo menos desde el 88 que no lo abrías, todo lleno de trastos y de polvo. Y para un domingo que se te ocurre abrirlo, te encuentras el viejo Telesketch, la maquinita esa que solo con dos ruedecitas y sin posibilidad de corregir nada, te entretenía durante horas. Tardes enteras intentando hacer el mismo dibujo que salía en la TV y agitantolo bien fuerte cada vez que la pifiabas. Tu, que ya eres un tio mayor, en el 88 tenias tus once años, pero abrir ese cajon con 28 años y encontrarte el telesketch no es lo mismo. A la basura!
¡Lo tiraste a la basura! ¡Ahora te das cuenta! Después de leer este post en Bocabit, te das cuenta de que un tío como yo es capaz de hacerte sentir mal por haber despreciado todos los cachivaches que he nombrado. Tu telesketch ya no dibuja nada, y ya nadie lo borra agitándolo como un loco. Pero que ganas de echarse un dibujito ahora eh? Seguro que ahora ya haces una portada del GTA IV sin errores en diez minutos. Pero tu telesketche ya no está en el cajón.
Ahora ves a un listillo que si que guardó su Vespa y lo odiaras, odiaras al que juegue al Mario Bros de la NES y al que tuvo el Discman que tu nunca tuviste, incluso tal vez te pongas a buscar un emulador del Spectrum. Pero así es la vida. Ahora bien, esperemos que por culpa de este post nadie contraiga el Sindrome de Diogenes, y empiece a guardar cuanto tenga por casa. Lo que si que tenéis que guardar son vuestros recuerdos, que para eso están.
Y ahora, despues de leer este post, ¿qué cachivaches estás empezando a echar de menos?