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Análisis de Limbo, un plataformas realmente tenebroso

Limbo

Tenía muchas ganas de probar Limbo, uno de los grandes éxitos de Xbox Live Arcade de 2010 que ha acaparado casi todos las nominaciones al juego indie del año, y por fin he podido hacerlo. Para que os situéis, Limbo es el primer juego de la compañía Danesa Playdead y fue sacado a la luz el 10 de Julio de 2010 para Xbox Live a un precio de 1200 Microsoft Points (15 €).

No soy precisamente un jugador al que se le den bien las plataformas, es más, se podría decir que soy bastante malo; aun así, siempre me ha encantado jugarlas. Probablemente sea masoquismo pero, al realizar por fin ese dichoso salto imposible en el que solo tienes unos milímetros de error y que te ha tenido atascado los últimos 10 minutos, es extremadamente gratificante. Y he de reconocer que la parte final me ha costado bastante.

Ahora que ya me lo he acabado. ¿Merece Limbo el éxito que ha recibido?, en mi opinión, si.

Historia

La historia (el único modo del juego) nos pone en el lugar de un niño que se despierta en un oscuro bosque y camina sin saber muy bien a donde, ni porque está en ese lugar. Pero pronto se dará cuenta que si quiere seguir viviendo deberá evitar los peligros que va encontrando, ya que el bosque esconde trampas de todo tipo. Rápidamente tendrás una razón para seguir avanzando, sobrevivir. Toda la acción se desarrolla como un plataformas 2D de scroll horizontal.

Lo primero de lo que quiero hablar es de la duración, ya que ha sido criticada duramente en algunos medios. Limbo es un juego corto, sí. En unas 4 horas (Un poco menos si se es más hábil y un poco más si eres como yo) el juego habrá terminado, pero es un juego que se disfruta de comienzo a fin. Me parece gracioso que la gente critique un juego de 15 € por durar 4 horas, pero si un juego de 60 € dura 16 horas todo el mundo dice que tiene una duración excelente. En mi opinión es mucho más valido crear un buen juego y dejar al jugador deseando más, que añadir pantallas y fases de relleno para acabar aburriendo al jugador.

Limbo

La ambientación del juego, como podéis ver en las capturas de este análisis, es bastante oscura, e incluso algo siniestra. A lo largo de la historia la iluminación es mínima y disfrutaremos de un mundo en blanco y negro muy sencillo, en el que los blancos ojos del protagonista destacan totalmente en las sombras que nos rodean.

En cuanto te pones a jugar entiendes totalmente porque es un juego calificado por PEGI para 18+. Caminaremos por escenarios repletos de muerte, y en algunas ocasiones tendremos que aprovecharnos de los cadáveres del escenario para poder avanzar. En algunos momentos puede resultar incluso desagradable para ciertas personas. Dicho esto, a mí me ha parecido una propuesta genial, muy lejos de nada que hubiera jugado recientemente.

Un detalle genial de este juego es que no tiene pantallas de carga a menos que el personaje muera. Es decir, desde la pantalla principal cuando damos nueva partida, podemos pasarnos el juego entero del tirón sin una sola pantalla de carga si somos capaces de no morir, (Os aseguro que eso será realmente difícil, e incluso si lo conseguís, os darán un logro por ello) lo cual ayuda muchísimo a meterte en el juego.

Limbo

El sonido es tenue y solo entra en escena cuando algo va a ocurrir, o se le quiere dar énfasis a algún elemento de la pantalla, como por ejemplo las moscas. En algunas ocasiones el sonido nos ayudará, por ejemplo, a coger el ritmo de ciertos puzzles. No hay una melodía ambiental que nos acompañe durante toda la pantalla como en otros plataformas, pero creedme, no le hace falta. Jugando con un 5.1 por la noche la experiencia es totalmente inversiva tal y como está, y se nota que Playdead ha cuidado el apartado sonoro con muchísimo mimo.

Las muertes son bastante gore. Por ejemplo cuando fallamos un salto o similar, el personaje morirá de diversas maneras muy explícitas, pero está implementado de una manera genial siendo cada tipo de muerte distinta, y en algún caso muy realista. Como ya comenté antes, esto quizás no sea plato de gusto para personas muy sensibles, pero hay que reconocer que es bastante realista, aunque no por ello menos duro. Eso sí, todas las muertes son debidas a error humano, ya que la jugabilidad es perfecta y el personaje responde con una gran fluidez a los controles del jugador.

Limbo

El sistema de autoguardado está muy bien, y ayuda al jugador a no frustrarse ya que suele dejarte muy cerca de donde moriste por última vez. Muchas partes del juego, en mi opinión, son imposibles de pasar a la primera, y deberás aprender a sortearlas a base de prueba y error. Muchas de las muertes serán por no fijarse en el entorno, pues es fácil pasarse de largo algún detalle que nos ayudará a avanzar. Normalmente intentar ir por el camino más directo, y casi seguro más mortífero, no suele ser una buena idea. En mi partida ningún puzzle me saco demasiado de quicio, pero he de reconocer que el primer enfrentamiento con la araña me tuvo atascado mucho más tiempo del que debía.

El final claramente no os dejará indiferentes. Es un final para que cada uno lo entienda como quiera. Quizás no es el típico final feliz de todo videojuego pero cierra, entiendas como entiendas el final, el juego de una manera excelente.

Nota

  • Presentación: Su ambientación, es increíble. Parece difícil creer todo lo que se puede hacer sentir a través de un juego en blanco y negro sin apenas sonido. 9.5
  • Gráficos: Los gráficos son perfectos, hay mucho detalle en las zonas donde se quiere fijar la atención del jugador. Las animaciones del personaje son también muy buenas. 9
  • Duración y Enganche: El modo historia dura unas 4 horas, lo cual es una duración perfecta para este tipo de juego. El enganche está totalmente asegurado ya que mantiene al jugador pegado a la pantalla, gracias en parte, a que no hay nada que nos distraiga, ni siquiera pantallas de carga. 9
  • Nota Final: En mi opinión es un juego que merece todas las buenas críticas que ha recibido. Con una ambientación increíble que deja al jugador con una sensación estupenda de que los videojuegos pueden también ser arte. 9