Cuando estrenamos un iPhone todo va como un tiro. Las apps funcionan fluidas y se abren a la velocidad del rayo. Sin embargo, poco a poco vamos notando cómo todo va más lento y cuando un amigo compra un nuevo iPhone confirmamos nuestras sospechas: es a él al que le va todo como un tiro y a nosotros nos va lento. ¿Por qué?
La obsolescencia de los iPhone ocurre debido a dos factores: hardware y software. El más obvio, el de hardware es que todos los años Apple presenta uno o dos modelos de iPhone nuevos, más potentes que las versiones anteriores. Al ser más potentes, resulta lógico que las apps en ellos funcionen más fluidas y todo nos parezca más rápido.
Sin embargo, la segunda razón es menos obvia pese a que suele ser la que provoca un mayor desgaste en los teléfonos móviles: las actualizaciones.
Imaginémonos por un momento que somos una compañía de desarrollo que tiene una app en la Appstore. Como nos interesa llegar al máximo público posible haremos nuestra aplicación compatible con la versión de iOS más utilizada pero también con el iPhone más utilizado en ese momento. Esto significa que su rendimiento estará optimizado para un hardware determinado y funcionará más lento en versiones anteriores (por ejemplo, si ahora el iPhone que tiene más gente es el iPhone 5 las empresas desarrollarán para iPhone 5, por lo que es probable que el rendimiento en un iPhone inferior (4S, 4, 3GS…) sea menor.
Cuando Apple saca un móvil nuevo, la disminución del rendimiento no se va a notar al instante porque antes es necesario que ese móvil obtenga una cuota de mercado suficiente como para que resulte rentable desarrollar para él, pero seguramente en un año ya se empiece a notar esa disminución.
¿Qué puedo hacer para retrasar la obsolescencia de mi iPhone?
Siendo sinceros, más bien poco. De una forma u otra el móvil se volverá obsoleto, pero podemos conseguir que su rendimiento no se vea tan afectado.
Desactivar las actualizaciones automáticas
La aparición de las tiendas de aplicaciones ha traido consigo la obsesión de mantener siempre actualizadas nuestras aplicaciones. ¿Realmente necesitamos actualizarlas? Muchas actualizaciones simplemente corrigen fallos mientras que otras añaden funcionalidades que nunca utilizaremos.
Teniendo activadas las actualizaciones automáticas estamos perdiendo el control sobre lo que se instala en nuestro teléfono y estaremos favoreciendo la obsolescencia por software de manera pasiva.
Las actualizaciones automáticas se pueden desactivar desde “Ajustes”.
Almacenar las versiones antiguas de las apps
Es una medida útil para poder restaurar las apps de nuestro iPhone a cómo estaban en un momento determinado para que su rendimiento vuelva a ser el de entonces.
Para realizar esta tarea debemos conectar nuestro iPhone al ordenador, ejecutar iTunes y descargar todas nuestras aplicaciones. Una vez hecho esto, accederemos a la carpeta en la que se guardan y las copiaremos/moveremos a un directorio que esté bajo nuestro control para restaurarlas más adelante.
Almacena los “shsh blobs” para volver a una versión anterior de iOS
Los usuarios que actualizaron su iPhone 4 a iOS7 me darán la razón en esta medida. Cada vez que se actualiza iOS se pierde la posibilidad de hacer downgrade a una versión anterior. Da igual que el rendimiento sea mucho peor con la nueva versión, simplemente no puedes porque Apple no lo permite.
Para esta tarea existe TinyUmbrella, que obtiene de Apple y Cydia estos archivos y los guarda en tu ordenador. Ya escribí hace un tiempo sobre cómo hacerlo y a pesar de que el programa ha ido mejorando, el proceso no ha cambiado.